Rebel Youth

Buscamos un milagro. Descansar la piel herida.

Por un breve momento desaparecer. Somos jóvenes, con la vida por delante y lo único que queremos es vivir deprisa. Acumular el mayor número de experiencias para luego presumirlas. Nos estamos consumiendo entre recuerdos, corazones rotos y cigarrillos. Buscamos desesperadamente ser recordados por aquellos que amamos y lograr la admiración de nuestros compañeros.

Somos extranjeros aún entre los que llamamos amigos. Nuestros cuerpos solo desean alcanzar el éxtasis que nos permita tocar el Nirvana. Seres extraordinarios acabados por la idea de sobrevivencia en una sociedad modernista. Ligeros y desvalidos, parece tan distante nuestro sueño pero dentro llevamos un corazón sincero con la suficiente fuerza para seguir luchando. Conseguimos sonreír porque al final nos damos cuenta al vernos mutuamente que no estamos solos. Nos aferramos a esa tambaleante posibilidad de que alguien nos ame por lo que somos y no solo por lo que pretendemos ser.

Creaturas fantásticas que pertenecen a una generación perdida entre estereotipos banales, consumismo, sustancias nocivas, amores de una noche, sexo sin sentimientos y botellas de alcohol. Jóvenes que algún día construirán el mundo a su manera, o ya lo están haciendo.Tal vez no estemos tan perdidos como lo parece, tal vez sea nuestra manera de encontrar el camino hacia lo que realmente queremos.

Por ahora encontramos el paraíso perdido entre latas vacías de cerveza, olor a cigarrillo y  nuestra canción favorita tocando de fondo. El cielo  se esconde entre cuerpos desnudos, en el espacio que se crea al abrir los labios antes de dar un beso, en nuestras pupilas dilatadas a causa  de estar enfrente del que creemos será el amor de nuestra vida. El paraíso no es más que un infierno decorado con foquitos de colores,  diamantina y chicas en minifalda. A esta edad a nadie le importa, pues se tiene una vida por delante para encontrarlo realmente. Que más queda que disfrutar lo que se tiene y no lo que busca.

Si estamos perdidos, ¿qué importa? Si por ahora se siente bien, si somos libres a nuestro modo, si encontrar el camino correcto no resulta una prioridad en estos momentos. Algún día seremos los reyes y reinas, solo hay que sobrevivir al camino.

Fotografía: Vinnie Nanthavongsa