Querida H

Que extraño se siente escribir de ti en un lugar en el que ya no estamos tú y yo…

¿Es esto el sinónimo de estar roto? ¿O es el sinónimo de estar sanando?

Aún recuerdo nuestros momentos felices, recuerdo tu risa. Pero, cuando veo a mi costado… No estás, desde hace tiempo ya no estás.

Pero yo tampoco estoy.

Me pregunto, ¿alguna vez me volveré a sentir en éxtasis como cuando me estaba enamorando de ti?

Que atajo mental considerar olvidarte alguna vez.

Querida H,
De tanto amor, óolo quedó un silencio ensordecedor.

Querida H,
De tanta compañía, quedó una soledad abrumadora.

Querida H,
He perdido la cuenta de las veces que he soñado contigo, y aunque sueño contigo, ya no me sueño contigo.

Querida H,
¿En algún momento me habrás echado de menos? Porque ahora veo la diferencia entre un ‘adiós’ y un ‘hasta luego’.

Querida H,
Para ser sincera, esperaba volver a verte, y aunque algunas veces te busco entre los domingos y los martes, me quedo con tu eco, duele menos.

Querida H,
Sólo notas la felicidad cuando se ha ido… A veces extraño tu manera de tomar café.

Querida H,
Lo lamento por idealizarte.

Querida H,
No escribo para ti, escribo de ti, para sacarte de mí.

Querida H,
¿En qué momento dejaste de ser huella para convertirte en cicatriz?

Querida H,
No importa qué tan lejos te encuentres de mí. Ya la función terminó.

Querida H,
Te estás olvidando de mi, y ha empezado a hacer frío.

Querida H,
Ya no eres tú, es tu ausencia quien ahora me acompaña.
Y aunque sé que ya no volverás nunca… Gracias.

Fotografía por Lúa Ocaña.