Esto que lees

no es el presente.

 

Ni siquiera cuando escribo

lo que escribo es el presente.

 

Lo que escribo y lo que lees

siempre es pasado.

 

Si lo que leemos y escribimos es pasado

el recuerdo jamás será exacto.

 

Lo que escribo y lo que lees

es una mala copia de lo real.

 

Lo real sólo existió una vez

en un presente que ya no es.

 

Lo que lees y lo que escribo

es pasado y fue real.

Fotografía: Tomé Duarte