He dejado de escribir y no sé si es porque te fuiste o porque me sequé por dentro.
Los días tienen ese tinte frío. No logro diferenciar el viernes del domingo.
Te llevaste tus vinilos, te llevaste mis ganas de querer.
No dejaste nada, ni siquiera una despedida.
¿Dónde busco el placer si no es en la punta de tus dedos al rozarme o tu cuerpo contra el mío?
Ya no duermo. Me la paso mirando el cielo, preguntándome, reprochándome:
solo llegan truenos y relámpagos como respuestas.
Ya no regreses, me haces daño.
Quédate allá donde sale el sol. Ocúltate tras esa cara inocente.
Yo voy a correr lejos hasta encontrar un lugar donde nada duela.
Fotografía por Michael Gershtein
He pensado en quemar mi cama pero no tendría dónde dormir.
Que cansancio ser. La vida y yo no nos llevamos bien.