Soy quien del abismo ha resucitado,
He venido a reclamar lo que me prometieron, un alma destinada al cielo.
No puedo regresar el tiempo pero puedo devolverte a la vida, entre quimeras doradas habita mi ser, complaciendo tus deseos más mórbidos.
Tampoco poseo un corazón que me provea de vida, pero mantengo mi existencia cociendo tú ser en el cielo nocturno.
Injurias salen de tu lengua bífida, maldiciendo a diestra y siniestra, no podré legitimar tan aberrante acto de superioridad. Es inconcebible tú comparación.
¡Yo el ente maligno del averno! He acudido a tus plegarias, te escuchó, te observo y sigo tus pasos desde las sombras esperando la recompensa por mis servicios.
Fuiste tú quien me ha invocado, ahora entrare en tus venas para consumir lo que de ti anhelo. No me culpes no fui yo quien desestimó tan divino contrató plasmado en letras de oro.
Una vez que mi cometido sea consumado, prometo ser misericordioso con tus restos que no me sirven de nada. Los esparciré en lo oculto para que tú carroña alimente a mis crías. Mutaste en un nuevo cuerpo, pero yo siempre vivire a través de ti.
Fotografía por asketoner
Una criatura inhabitual que prefiere las plantas sobre las personas, que aún le pide deseos a la luna, que entrega mucho y que le encanta pasar las tardes de domingo horneando bizcochos, ese soy yo.