La historia musical ha tenido una evolución que nunca se pensó posible hace 50 años y hoy existen tantos géneros y artistas que es casi imposible descifrar de donde vino, sin embargo, el punk es uno de los géneros con más historia y propósito que cualquier otro. A mediados de la década de los 70 en Estados Unidos y Reino Unido surgió un género musical denominado punk en la industria musical, caracterizado por su actitud independiente y contracultural. Hoy, 50 años después de su nacimiento, se presentarán sus sobrevivientes, algunos movimientos que siguen presentes y sobre todo, como este movimiento se vivió en México y algunas partes de Latinoamérica.
Mi padre disfrutaba de la música más que de otra cosa en el mundo, además de que su gusto musical era excepcional siempre hubo música en casa. Mi padre no solo escuchaba música sino que hacía todo lo posible para conseguirla. Los discos de punk eran muy costosos porque debían encargarse por pedido a Reino Unido o Estados Unidos por lo que dificultaba su llegada al país, en especial porque no había seguidores ni oyentes del punk. El primer contacto con el punk que se suele tener hoy día son The Ramones, yo inicié así y jamás olvidaría ese estilo tan descuidado, las letras crudas: un género tan sencillo que no necesitaba de arreglos y mucho menos introducción, pero sí de guitarras y de mucha distorsión.
Era obvio que existían muchas más bandas, tales como Sex Pistols y The Clash, que eran las bandas británicas que lograron ser más mucho más grandes que otras, las americanas corrieron con más suerte porque pretendían ser un poco más “ligeras”, es decir, no causaban destrozos ni invitaban a la anarquía (del todo), The Ramones y The Misfits fueron los más destacados en América. En México no se tenía registro de ninguna banda punk hasta ese momento.
Mientras yo apenas era una niña el punk se había vuelto una cultura subterránea, algo que pocos tendrían el placer de poder seguir y conocer, aunque durante la época de los 90 el punk tuvo un pequeño realce, tuvo la fusión de muchos estilos y el surgimiento de algunas bandas pero ninguna en especial que lograra destacar de la misma manera en que pasó en los 70 y 80; gran parte de esto se debe al hecho de que se abrió paso a las nuevas generaciones y con esta el punk desaparecía del mapa ante estilos como el grunge, el post-rock y rock alternativo.
Estar en el punk involucraba (e involucra hasta el día de hoy) el ser señalado, sin embargo, antes era mucho más fuerte que ahora, pese a ello estos estigmas siguen presentes debido a la apariencia que presentan estos individuos: desatados, rezagados, inclusive drogadictos, algunos de ellos sin razón, gracias a la música a reventar en su oído cuando aún existían los walkman, y el exceso de drogas que ingerían. Sin embargo, no todo es cómo no los pintan en películas y series: todos y cada uno de estos individuos eran únicos dentro de los diferentes movimientos que yacían en el punk.
Por definición propia del movimiento, el punk es la lucha constante contra el miedo de las repercusiones sociales, y básicamente en la década de los 80 en Estados Unidos esta contracultura en sus letras hablaba principalmente de contenidos políticos, más que nada progresistas, oponiéndose al gobierno conservador de aquella época, los grandes exponentes de este hecho son Dead Kennedys y Bad Religion. Sin embargo, el punk mexicano es muy distinto y a la vez muy parecido a lo que hemos escuchado en el punk estadounidense y británico.
A México llega a finales de los 70, entre 1977 y 1978, y aunque se tiene la creencia que los individuos dentro del punk son de recursos socioeconómicos medio-bajos, el punk fue traído a México por los chicos de clase alta de la zona metropolitana del D.F (hoy Ciudad de México); ellos tenían dinero, podían viajar por Europa y Estados Unidos lo que les dio la oportunidad de observar la escena y como se movía. En este punto surgen bandas como Dangerous Rythm o Size: los primeros momentos del punk en el país. Como tal, era sólo música, no había escena ni movimiento.
Para nuestra mala suerte, Dangerous Rythm se convirtió en Ritmo Peligroso, que terminaron usando sonidos latinos y se olvidaron totalmente del punk, sin embargo, su inicio fue esencial para la escena, mas que ideología, era música.
Por otro lado, Size sonaba total y completamente como una banda británica, pero, cabe mencionar que gracias a ellos la música fue escuchada por personas de barrios marginados en la capital del país; mientras que en Tijuana fue evidente la influencia de grupos estadounidenses, como: Solución mortal, Los Negavitos y Black Market.
El punk logró consolidarse en México y no sólo en la capital del país, se expandió por toda la república gracias a toda clase de artes y fanzines que precisamente hacían los artistas y diseñadores. Se crearon revistas independientes (que parecían folletos) aunque otras veces era una simple hoja en la que recomendaban bandas.
Sin pensarlo tanto, lograban circular de mano en mano, rondaban de boca en boca; los grupos comenzaron a llamar la atención, comenzaron a tener reconocimiento, aunque no todos corren con la suerte de decir esto, el punk mexicano fue caracterizado por Atoxxxic, Histeria, Massacre 68 (este involucrado en lo ocurrido en Tlatelolco, exigiendo justicia en sus letras), Rebel’DPunk, Caos Subteraraneo, MELI, SS20, Antigobierno, Las Ultrásonicas, Vómito Nuclear, Espécimen y de más bandas que son incontables pero que no lograron el éxito deseado ni alcanzaron grabaciones discográficas.
La historia que yo decido contar es la de los rezagados, los que no tienen voz y de los que viven escondidos, tratando de adaptarse a la sociedad que cada vez es más moralista y ellos tratan de sobrevivir a esto último preservando lo que esta contracultura les logró ofrecer en sus mejores días.
Punk en ciudades vecinas: Xalapa
En 1989, no había nada de rock en Xalapa, no había espacios para presentarse y mucho menos grupos de rock, por ende, tampoco punk; Espectros, una de las primeras bandas en llegar a Xalapa y tocar funk punk, su influencia más grande eran Red Hot Chili Peppers. El punk era un género que no estaba tan bien definido, ahora si lo está pero antes era más que nada una fusión de distintos tipos de rock, ni siquiera existía la moda punk.
Uno de los espacios que más tenían de difusión era el puente Xallitic, donde vendían casetes piratas, principalmente de rock y metal, aunque a mediados de los 90 (entre 1992 y 1994) comenzaron a destacar casetes de punk.
La primera tocada punk que tuvo lugar en Xalapa fue en 1996 por parte de una banda de Orizaba, llamada La nunca muerta rebelión, en el patio Muñoz. Tiempo después, entre 1998 y 1999, nacieron las primeras bandas en Xalapa como Más mostaza, que tocaban hard punk. El bulbo raquídeo, que tocaban un punk surf y Mascatuercas que tenían muchas mezclas dentro de su género.
Una banda que también surge un poco a destiempo es Garrapunk, de la cual fue integrante Marco Queponds (duante los casi 3 años que tuvo de vida), hasta que cada quién decidió tomar su camino.
—¿Qué es el punk para ti?
—El punk era tomar el instrumento y decir cuanta chingadera se te ocurriera y a partir de eso poder hacer una maqueta. Algo tan sencillo como eso.
En sí, la escena punk, nunca ha logrado tener un dominio como tal, si lo comparamos con otras escenas como el rock, el heavy metal, el ska y reggae, el punk continuaba siendo subterráneo, y seguía siendo motivo de mentarle su madre al gobierno. Cada estado y movimiento ha tomado el punk a su estilo, ya sea social como las marchas en protesta por lo ocurrido el 2 de octubre de 1968, aunque muchas veces se tomaba la bandera del punk para hacer desmadre y destrozar lugares lejos de representar un movimiento de consciencia social.
El músico menciona que la presencia de los grupos quedaba reducida a presentarse en el escenario musical sin más, era descargarse y disfrutar.
Dentro de todo este repertorio de éxitos y fracasos, una nueva historia surge, como en todo: los pequeños movimientos se mantienen vivos aún.
Arpa es un joven que desde los 16 años conoce el punk, la música de cierta manera sonaba atractiva para sus oídos, las letras terminaron de hacer el trabajo: lo contestatario. Él mencionaba que ningún estereotipo es del todo cierto, es decir, cada quien toma sus propias decisiones que en su mayoría resultan ser negativas para el movimiento y las personas fuera de este, que no provoca sino el rechazo por parte de la sociedad.
Si hubo un gran impacto en México, pero, no a nivel comercial. Durante la década de los 80 hubo mucho punk en México, inclusive aún lo hay. Donde se da mas es en zonas industrializadas. Nunca fue una moda, era algo que sólo se daba entre pandillas.
El ser objeto de burla también le pasó a Arpa como a muchas otras personas que ingresaban en el movimiento, sin embargo, a su familia nunca le importó lo que él fuese a ser, le dieron su apoyo incondicional. Su pasión la lleva en la piel, no necesita pararse los pelos o traer botas repletas de picos, es algo que va más allá de una estética. Los problemas que tuvo realmente fue cuando nació su banda de rock. La adversidad que tuvo fue enfrentarse al postmodernismo del movimiento, pues, vio caer al punk, realzarse y volver al suelo.
La banda fue un origen misterioso, siempre tuvo un gusto por la música bastante peculiar, ya había pertenecido a otras dos bandas pero definitivamente Patanez es su proyecto y siente que es más su banda que la de alguien más. Ser parte del punk es ser parte de una raza superior así lo describe después de todo este tiempo y siente que así forma parte de la expresión más honesta del rock n’ roll.
A través de los años ha ido cambiando, se percibe en cada estrofa y letra con la que se diseñan las canciones, eso permite su existencia hasta estos días y su persistencia, sin embargo, el movimiento también se ha ido deteriorando, ser punk ya no involucra ir en contra del sistema porque existen prioridades y necesidades, ahora están en oficinas o como en el caso de Arpa: sólo es un entretenimiento y es una vida que mantiene oculta para poder subsistir en esta sociedad.
Oaxaca
A diferencia de Xalapa, en Oaxaca la situación es mucho más distinta (hablando socialmente), tratan de estar activos y no son nada como los pinta la sociedad; por lo general se manifiestan en movimientos sociales, como la solidaridad con pueblos indígenas, denunciar la tortura animal, organizan eventos autogestivos donde muestran fanzines (que ellos mismos escriben), talleres de siembra y otras actividades. A diferencia de Xalapa que sólo ha existido una escena musical.
Luis Soza es uno de los jóvenes a los que más le ha impactado el punk, ni siquiera se atreve a clasificarlo como una contracultura, sino más bien como una escena, una expresión social, musical y activa socialmente, sin embargo, recalca lo mismo que Marco Queponds: muchos sólo usan el punk para desmadre, eso lo hace incluso moda en estos días.
Él logró conocer una faceta del punk que no es muy vista y que lo atrapó. Conoció el punk activo en el 2006 en el movimiento de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, los chicos estaban muy bien organizados en las marchas, repartían fanzines, en los enfrentamientos preferían organizar tocadas antes que involucrarse y centrarse en el anarquismo. Él antes de pertenecer a este movimiento, era más de una onda chola y también contaba con familiares rockeros pero afirma que no les interesaba otra cosa que no fuese el desmadre.
—¿Qué edad tenías cuándo fue tu primer encuentro con el punk?
—Tenía 17 años cuando conocí el punk libertario, desde entonces siempre he tratado ser eso, de ser yo, de llevar a cabo cierta diferencia social, el mundo está lleno de gente estúpida y de nosotros depende cambiarlas un poco empezando con nosotros mismos.
El punk sigue presente la vida de Luis, trata de hacer la diferencia en la sociedad, el mutualismo es primordial, él sigue logrando cosas tanto a nivel personal como colectivo.
Cómo tal, una revolución nunca ha existido en México como existió en Inglaterra con jóvenes (muchos de ellos de bajos recursos), hartos de vivir una vida “normal”, haciendo caso a una monarquía disfrazada de monarquía constitucional o democrática, comenzaron a realizar cortes en su ropa, a pintarse el cabello, lo cual tuvo cierto impacto en la sociedad, pues, imaginen en el primer mundo donde todavía hay reyes, ver a los jóvenes con pelos parados, playeras rotas y haciendo ruido, manifestándose por sus ideales. Jamás se pensó que esa pequeña diferencia fuese a tener el semejante impacto que tuvo en la sociedad un poco más tarde y que muchos de estos movimientos se inclinarían a la ideología anarquista. Aunque no es novedad saber que muchos aún lo utilizan para drogarse y loquear. Lejos de lo que se realiza en Oaxaca, algunos “punks” sólo se dedican a autodestruirse y alejan a las personas de la escena.
Este movimiento tiene un significado mucho más profundo, en este caso, para Soza el punk es esto:
“El punk transmite rebeldía y libertad, te permite ser tu mismo, las personas que lo estigmatizan, le temen. Es mucho más normal ver jóvenes hipsters influenciados por artistas basura y que se dejen llevar por todo lo que ven en la televisión, mientras que a otros les da igual. Ahora es bastante común ver punks por todas partes (aunque no abunden cómo otras subculturas) y ver que ya no es como antes, que escuchábamos como las demás personas los insultaban e inclusive el tolerar como a algunos los discriminaban.”
El punk en Latinoamérica
El movimiento no sólo se trasladó desde Europa hasta América del norte, sino también a Latinoamérica. Alejandro Cares es un músico y compositor argentino. Él al igual que muchos otros vivió y percibió de muchas maneras el movimiento.
El estilo que mas predominó fue el hardcore punk en países como Brasil, Costa Rica y Cuba.
“El punk conserva algunas estructuras un poco más sólidas que el rock. El rock es mucho más libre y por ende tiene muchas más variantes. En cuanto a letras el punk es más orientado a las críticas sociales, anarquismo y básicamente contra el estado. El rock aborda demasiadas temáticas.”
Alejandro Cares logra transportarnos a un mundo desconocido al escucharlo, puesto que cuando compone siempre procura sentir para poder abordar distintos géneros musicales y que las letras logren fluir. Hacer temas es una consecuencia de lo que uno vive.
“Tengo un gusto por el rock psicodélico, pero, en la lírica no tengo límites. La vida es la que me hace componer temas.”
Durante los años 90 la escena punk era bastante variada, muchas de sus amistades estaban involucradas en este movimiento pero él creció alrededor del rock n’ roll. Recuerda ciertos pedacitos de personalidades como Ricky Espinosa y Flema, pero, las bandas eran demasiadas que ni siquiera podía contarlas. Actualmente hay una banda llamada Punk Criollo que nos recomienda altamente. El punk ha logrado mantenerse en la contracultura porque propone cosas que son legítimas, auténticas y más reales que lo comercial, afirma el músico. De igual manera comenta que de ninguna manera el hecho de que el punk siga encasillado en una contracultura significa que sea un fracaso o sea algo malo.
Hubieron movimientos contraculturales como la generación beat o los hippies que lograron ser masivos. El punk está de 10, afirma.
En su casa siempre hubo música, si bien no hubo músicos, la música era lo que más abundaba, esta le permitió así mismo aprender a dirigirse y nunca hubo un límite. La banda que él más admiraba era Pink Floyd, y una de sus mayores inspiraciones es The Beatles, puesto que a partir de ellos se pudo hacer todo lo que hoy día conocemos.
En su disco el mundo imaginario las diferencias son totales, pues él afirma que no conserva una dinámica de letras como a las que está orientada el punk: es algo más poético, real, de fallo y acierto. Existen algunas similitudes como la búsqueda de su libertad.
“Al momento de hacer música eso lo comparto. No sé que música hago en verdad, me gusta mucho el rock psicodélico pero no por eso me encasillo en algo. Intento no ponerle adjetivos a la música.
No me siento parte de ningún movimiento, pero, estoy en una paradoja. Me encanta escribir pero también las palabras encasillan al arte, entonces tener esa controversia existencial me hace ser contracultural.”
En Argentina al contrario de lo que ocurre en México, si pueden presentarse en lugares como en los que se presenta Alejandro, tales como centros culturales y eventos. Es muy fácil combinar las bandas y crear una autogestión para el beneficio de todos puesto que ambos buscan su libertad y expresarse.
Su primer disco es una serie de arreglos musicales sencillos, todo fue hecho con instrumentos y hasta donde me permití escuchar: una sensacional obra de arte mística que explora los sentimientos y la poesía de las maneras menos pensadas. El disco te permite sentir y entender, cosa que no cualquiera logra hacer. En un par de meses lanzará otro disco en donde podremos escuchar la mezcla de diferentes sonidos de la ciudad, del campo, pero, también habrá bastantes sonidos extra musicales que interactuarán con los instrumentos.
Las historias que nos cuenta el disco pista a pista no es como tal una historia, el compositor afirma que son experiencias que él mismo interpreta y le gusta crear. Se está enfocando mucho actualmente en las letras que te permiten buscarte y encontrarte para cambiar el mundo. Ese es su objetivo. Y al igual que con el punk, él busca expresarse y ser él mismo, sin adjetivos ni prejuicios.
Problemáticas alrededor del movimiento
Una de las primeras complicaciones que hallamos dentro de la escena es el hecho de que laboralmente te discriminan por ir tatuado o crestudo, se debe ser bastante estratégico y hábil para no sólo evadirla sino para procurar que no vuelva a suceder. Muchos punkeros consideran que lo que jode a la sociedad es el capitalismo, el consumismo básicamente, afirman pues, a pesar de que en su mayoría sean de clase socioeconómica media-baja, no tiene nada que ver con los ideales que desde un principio el movimiento planteó.
Otra de las problemáticas es la vestimenta que es demasiado llamativa, corrompe todos los estereotipos que conocemos en la sociedad, asombra y es claro que impacta puesto que las personas clasifican y encasillan en un solo término: satanistas o anarquistas, además de que cabe mencionar que los problemas de actitud que tienen muchos jóvenes al entrar el movimiento son demasiado agresivos porque ellos sienten pues que este es un lugar seguro, donde hacer destrozos y probar drogas para alejarse de sus “problemas”, que no es más que una actitud de inmadurez y conflictos para afrontar sus problemas que termina dañando la imagen de toda una subcultura a la que le ha costado eliminar esta clase de estigmas.
La problemática que sigue son los espacios, en Xalapa por ejemplo, no hay tantos espacios para tocar punk debido a los destrozos que se hacen mientras la banda toca e inclusive que ellos mismos inician en la mayoría de los casos, sin embargo, en Oaxaca y otros estados de la república, las bandas se presentan donde las inviten: alguna casa, un terreno y si son un poco más reconocidos logran presentarse en salones o en espacios abiertos ya con escenarios preparados.
La final sería que estos temas ante las personas adultas o adultos mayores son delicados, la mayoría de las personas no quiere expandir sus ideas, sobre todo cuando de expresiones juveniles se trata, nunca poniéndose en los zapatos de los demás o simplemente nunca queriendo expandir sus ideas.
El levantamiento de un gigante caído
Si bien el movimiento se ha ido deformando con el paso de los años, no ha muerto. Hoy día hay bandas que merecen el respeto y se han ganado el representar al movimiento como 13 fantasmas y Las Hijas de Cuca. La incorporación y solidarización con otros movimientos ha permitido el reconocimiento pero, también ha tenido un impacto positivo en la sociedad, el claro ejemplo es el descrito por Soza durante este reportaje, que ayuda y beneficia a personas indígenas y de bajos recursos, aunque hay uno que destaca entre todos por la violencia que existe en el país: feminismo. Si bien el punk no está unido como tal a este movimiento, muchas de las mujeres pertenecientes al movimiento primero fueron anarquistas o punketas, por lo que para el feminismo tiene un gran significado el punk.
El luchar por los ideales es lo que representa a estos dos movimientos y la libertad es la búsqueda que los une.
Fotografía por Jocelyn Catterson
Buena conversadora. Escritora de piernas largas.