En la tele dicen que todos vamos a morir, palabras mas, palabras menos eso es lo que transmiten.
Decidí quedarme en casa, lo recomiendan los médicos, parece justo.
Si hipoteticamente el mundo se estuviera acabando, quizás sea un buen momento para abrazarnos y hacer cosas de buen corazón. Para los que vivimos constantemente en esa película de Yorgos Lanthimos en la que los que no conseguian pareja se convertían en animales, quizás sea un buen momento para abrir una cuenta de tinder y colocar en la bio algo como: “busco a alguien que por lo menos reconozca mi existencia, cualquier cosa mas allá de eso seria un éxito rotundo.”
Mi canción menos favorita de REM volvió a los charts, las personas son horribles entre si y mi familia mas cercana vive bajo niveles de paranoia pesadillescos. Es una manera realmente patetica de afrontar una situacion como esta, actuando de manera sobre protectora y exagerada, me resultan despreciables en gran medida.
Todo esta cancelado, incluyendo mis ganas de vivir, el mundo se detuvo pero no me puedo bajar. Que injusto.
Que vamos a hacer con nosotros mismos cuando la luna de miel de la cuarentena se termine?

Fotografía por Jocelyn Catterson