Una circunferencia de luz tibia
su mirada me congela al final del túnel
me desnuda, me atraviesa, me digiere.
La penumbra espesa
se asienta en la boca de mi estómago
su saliva corta como trozos de espejos rotos.
Otro escenario de luz infrarroja
su boca emana un erotismo que penetra
en cada arteria de mi cuerpo.
Un puñado de perlas caen
de mis manos ansiosas
por su espalda baja y su respiración se quiebra.
Ardemos en un escenario inexistente
lleno de gritos y texturas,
su alma implota.
Fotografía por: Can Dagarslani
A veces me llamo Justine / Chaos makes the muse.