hoy volvi a ese recuerdo

Hoy volví a salir como todos los días a la misma hora, la rutina de siempre, eran exactamente las 3:30 de la mañana, iba en la gran avenida de reforma, cuando sentí esa mirada, sentía que alguien me quisiera hacer daño, lo mire y era una mirada con tanto coraje, de repulsión, sentí escalofríos desde mis pies hasta la raíz de mi cuero cabelludo, esa mirada me ha dejado sin ganas de seguir corriendo son 10 cuadras las que recorro a diario y solo pude correr cuatro.

La mirada de ayer era tan perturbadora, aun siento el escalofrió cada que la recuerdo, tengo miedo de salir, de camino a casa sentía que alguien me seguía, toda la gente me veía, sentía sus miradas, sus murmuros que hablaban de mí, yo a esa gente ni la conocía, ¿por qué hablaban de mí? ¿porqué me veían tan feo, con tanto odio?

He decidido no salir a correr ya será mañana tal ves ya hasta se me haya olvidado,

Esta noche es fría mi departamento es tan callado, su recuerdo me vuelve a tumbar en mi cama sin hacer nada, es por ella que he decidido salir a correr, ya casi dos meses, el simple hecho de llegar a casa y no escuchar su voz, ver sus hermosos ojos me hace agonizar, así que prefiero no estar en ella y salgo a correr.

Yo por ella daba todo, no me equivoco lo di, cada detalle que le hacia. salían de mi mas profundo amor, todo a su lado era más fácil, si había algún problema los dos nos apoyábamos para que todo saliera a la perfección, pero ella ya no esta aquí, se ha ido me ha dejado con esto que yo le llamo amor.

De camino al trabajo volví a sentir esa mirada sentí de nuevo ese escalofrió tan horrible voltie rápido y si, lo vi a ese hombre delgado su tes era morena me acerque a el sin rodeos, sentía que mi piel ardía de coraje, llegue a él y le dije que por que me miraba así, que tanto decía de mi, que sabia, yo que le había hecho, él solo me dijo que había cruzado la mirada conmigo que no me veía con coraje que yo estaba loco, solo tomo su baso de café de la mesa y salio de ahí lo más rápido posible, la gente de su alrededor me veian, asustados, algunos murmuraban “que le pasa, esta loco” llegue al trabajo, la recepcionista dijo que estaba muy amarillo que si me encontraba bien, le dije que si sin hacerle mucho caso, en el ascensor me encontré a mi jefe, me dijo que me veía mal que me tomara el dia libre y que me diera una ducha.

Ya estando en mi casa más tranquilo me puse a pensar desde cuando había sentido esas miradas ese problema se estaba haciendo más y más grande y lo recordé todo empezó ese día en el parque que esta aun lado del edificio de luz y fuerza, yo estaba sentado en una de sus tantas bancas ya que casi todas se encuentran vacías es un parque muy abandonado, ella me acababa de abandonar me sentía soló y mis lagrimas salían sin ningún esfuerzo, en eso se acerco ese pequeño me dijo que porque lloraba, me dio coraje pues me veía llorar, a mi un hombre y los hombres no lloran, le dije que se largara que no lo quería ver ahí pero el más y más se aferraba pues era tan solo un pequeño, tomo mi hombro y me dijo que no llorara que todo iba a estar bien, y yo tan arrogante lo empuje, el no tenia tanta fuerza así que callo al piso pero su cabecita había pegado con el filo de la banca y el niño se encontraba ahí tumbado en el suelo muerto,

El solo quería ayudarme y todo por la culpa de ella que yo estaba llorando, era su culpa .

Y recordé que no salía a correr por ella, por su olvido, sino para olvidar ese pequeño sin vida que yo se la había arrebatado.

Fotografía: Stefano Majno