No quiero ser lo mejor para ti, aprendí la cárcel que es esperar a ser especial para alguien. Era joven y tonta cuando lo aprendí, me creía los cuentos entre susurros. Y si un día olvido soy para ti, no te preocupes, yo ya estaré por tomar el pomo de la puerta y estaré bien. No quiero ser tu favorita, ni lo que más quieres en este mundo, no me preocuparé más por la espera de favoritismos.
¿Y si hablamos claro? ¿Y si nos olvidamos de los dramas? Estaba ciega, me creaba historias de amor que sólo llenaban vacíos que ni yo misma entendía. Vamos a disfrutarnos sin pensar en lo eterno, sólo hagamos el amor en la cama y en la avenida; caminando en la calle por la noche, en silencio o a besos, si prefieres. Contémonos historias y a veces algunos chistes, de esos que sólo yo no sé contar, de esos que sólo tú quieres escuchar. Atrévete a llevarme a nuevos mundos, a conocerte cada vez mejor y a desconocerte cada día más. Seamos dos desconocidos que se conocen, hasta que los versos y las noches nos alcancen, no midamos el tiempo, ni el nombre, ni la pertenencia. A veces seamos olvido, otras presente. Que el amor nos haga, nos haga gritar de placer.
Fotografía por Jocelyn Catterson
Me gusta escribir para detener mis pensamientos. También me gustan las enchiladas.