Hay una calle que siempre me hace pensar

Cuando tenía como 6 años, los sábados me levantaba y me hacia un nesquick, comía criollitos y prendía la tele. Nadie se levantaba a esa hora los sábados, yo ponía de esas sillitas como las del patio viste? las blancas?
Bueno, una de esas pero de las chiquitas, mi hermano y yo teníamos una cada unx. Una roja y una azul.
Ponía la sillita y nos sentábamos, mi vaso con mucho nesquick, mi flequillo y yo.
Apenas prendía, había un programa de aerobic, que era raro pero me daba gracia.
Mientras la casa se iba iluminando cada vez mas y yo esperaba el programa.
A las 11:30 empezaba Piñón Fijo y a mi me encantaba. Nosé, no me acuerdo que había en el programa que hiciera que me gustara, o tal vez no era el programa propiamente dicho, si no, quizá, ese pequeño tiempo que usaba para mi.
Hoy recordé eso, por que en vez de nesquick, tomaba mate y en vez de Piñon, escuchaba la radio.
Y me sentí viejita y me acordé de esa casa de la calle Alajandro Korn.
Y como pasa el tiempo, y como el placer cambiar de forma, de formato, de contenido.
Me levanto y pongo la pava, y la luz que entra por la ventana, es parecida a la de aquella casa, y yo soy yo, con flequillo, pero a esas sillitas no las vi más. Además, mi hermano vive en otra casa, en otra provincia y andá a saber sobre que se sienta cuando juega con el robot ese que hablaba solo a noche, pero mira lo que te estoy diciendo, seguro que ya no juega con ese robot por que ya no debe tener pila.
Ya no miro Piñón, aunque lo tengo pegado en la pared, ahora cebo mates y escucho la radio y siempre pienso, que es como charlar con alguien.
Y me vuelvo a sentir como si me hubiera subido a una bici, una en la cual seguro pedaleaba otrx, unx que debe de haber pedaleado mucho, por que no se en que momento, Piñon se convirtió en un programa especifico. Prendo la radio y ya no estoy en casa, voy bajando por la bajada de mi casa en bici, volando, y los escucho a esxs tres, que hablan y dicen unas cosas tan lindas, tan tristes, tan para no olvidar, tan para recordar, tan para doler, tan para abrazar(a ellxs o al alguien) y nose, la sensación de mi nesquick, con mucho chocolate me recorre el cuerpo, y los 6 años se me quedan a vivir en la sonrisa que me aparece cuando justo en un semáforo, la radio me hace reír.
Despúes el día pasa, mil cosas pasan, la vida pasa.
Y de nuevo me subo a la maquina de pedalear libertades y entre vuelta y vuelta, unx va rosquenado cosas que capaz si fuera en bondi, no pensaría y si fuera caminando tampoco, y no digo que cuando vas en bondi o caminando no rosqueas, solo que son otras cosas, nose.
Tambien pienso, que si no estuviera escuchando la radio, mientras bajo tan rápido, tan hermoso la avenida Chacabuco llena de luces rojas, llena de seres ansiando llegar a sus casas a invocar ese pequeño ritual que los hace llevar a sus nesquick los sábados a la mañana, yo tampoco estaría rosqueando todo esto que estoy pedalenado. Por que existe un fenómeno diferente cuando estas dos cosas se juntan, la radio y andar en bici.
Y me gusta esto de la radio por que me sorprende, me hace esuchar cosas que tal vez no escucharía y la bici me hace sentir que puedo hacer cualquier cosa.
Una vez me reencontré con alguien que me gustó mucho y cuando me dijo que estaba en bici, pensé,
bueno, capaz que pedalear también te sorprende con los que pensás por que no tiene nada que ver con lo que venía pensando.
Pero hoy, cuando volvía a casa por la Chacabuco, sintiendo que volaba sobre algo que no podría materializar ni siquiera en decir bici, Víctor Pinto(y que no parezca que un chivo) conducía el programa GPS, y había un especial de Luca Prodan y yo volaba por la calle, y sonreía y cantaba desafinado o no, ese tema que dice algo del ascensor y pensé en vos, y la bici y esa madrugada sobre la que volamos juntos por la misma bajada que ahora bajo sola y volví a pensar en vos,
En que anduvimos en bici y mientras volábamos sentía que todo era hermoso cuando era en bici, o vos hermoso o el amanecer hermoso
nunca te hice un mate con gusto a chocolatada , pero si viste la luz que entra por la ventana de mi casa, que era re linda, con esa bolita de vidrio que dibuja las paredes, dijiste
Y pensé que ojala estemos escuchando el mismo programa
Que estemos en el mismo dial
O volando por calles paralelas
O que en alguna esquina nos volvamos a cruzar.

Me pongo a fumar cerca de las plantas,
Mirando el sol
Y tratando de recordar todos los colores que te descubri.
En el silencio de una mirada que duro lo que tenia que dudar para invitarme a entrar.
Estoy tranquila, pero me quede manija.
De enredarme en las sabanas rosas con dibujos de florcitas
De ese colchon que tirams al piso
Por es ruido delator y animal que nos iba a delatar entre medio de una noche helada
Noche lejana, distinta
Al dia que haciamos bajo la luz que entro toda la noche por la ventana
Mostrandome todo
O la puerta de tu abrazo
Que para mi fue como traspasar una montaña tan grande como la cordillera

Trato de escribir, pero siento que no me ordeno
Ando toda pava, toda blanda
Como chorriando ternura y un flor de cagaso
De ser la unica en tener la piel humeda
La palabras cayendoseme de la boca
Las manos libres y el corazon
Asi,
De emocionado
Igual, estoy tranquila
Fumando al lado de las plantas
Pensando en que a donde estes, te este pegando el sol en la cara
Y te haga sentir calentito
Parezco un poco como el mar
Tengo la sangre moviendose con esa violencia y ternura con que la olas viven y mueren y se chocan y se abrazan y se empujan y se besan y se arrastran y viven y siguen viviendo.

Fotografía: Nik To