Dentro de ti algo inexplicable, inexplorable, la idea de tener a alguien que te quiera y te comprenda. La idea inexplorada de lo desconocido, del amor prohibido, de la fruta oculta y el sabor sin conocer. El fuego que carcome tu mente y tus sentimientos, que te hace sentir fuera de lugar. El sexo con desconocidos hasta que obtienes una enfermedad incurable. Los abrazos prohibidos por la sociedad misógina y machista, las balas regaladas en las calles de la zona roja.
Tu madre corre para abrazarte y decirte lo orgullosa que está de ti, de que hayas logrado tus objetivos. El mapa de lo desconocido, el mapa que se abre y no te muestra su interior, sus ojos que se abren y su vientre que se moja. Logras abrazar lo desconocido, aquello que tanto añorabas y deseabas, el amor eterno, la costilla de Adán, el costado de Cristo.
Herpes labial que aparece con los cambios de temperatura y te hace sonreír con la calentura del cuerpo. Corazón que no ve, ojos que no sienten, amor incomprendido entre una mujer horrenda y un hombre más feo. Colores psicodélicos que brillaban en la oscuridad de la noche parpadeante y sus estrellas apagadas. -Imagínate lo que vamos a hacer cuando seamos ricos, todas las preocupaciones se nos acabarían. Algunas veces también fantaseo contigo, si te he de ser sincero, mientras criticamos el sistema político y nos tomamos de la mano abrazados, mirando el atardecer mientras muere.
Fotografía por Bill Dane
Parecemos nubes que se las lleva el viento, cuando hay huracanes, cuando hay mal de amores…