Este poema lo escribí escuchando Chet Baker

Este invierno se hizo eterno entre hojas secas por la ciudad, nariz congestionada e infección de garganta.

Me hace falta amar, si algo me va a matar que sea sutil, que sean abrazos cálidos, que la calidez primaveral que nos vende la televisión en la playa no es más que farsa, sigo siendo detestable, amargo.

Extraño echar de menos a alguien, y que sea la lágrima más lenta sobre mi rostro cada que esten apunto de abandonarme. Que me haga sentir vulnerable, débil e ingenuo. Quiero renacer nuevamente y redescubrir de que va mundo hoy en día, antes de quedarme bajo tierra para siempre.

Fotografía por Nicola Odemann