Y es por ella que ya no puedo más.
Justo por ella. Por esa maldita, tentadora, pequeña y sigilosa voz. Tranquila pero constante, como si no tuviera prisa alguna de pasar.
Justo cuando me doy el lujo de pensar <hoy no vendrá>, llega de sorpresa, pero no de esas que dan gusto recibir, mejor dicho llega como pesadilla, recordándome que ella siempre vendrá. Siempre.
Es por ella que ya no puedo más, porque cuando siento que nada puede empeorar, escucho su tierna risa como diciendo sólo mira lo que te queda por andar.
Ella.
Se llama Ansiedad.
Fotografía: Susana Villalpando
Opino que todo en la vida tiene una sola oportunidad.
El resto es ir poniendo parches a heridas abiertas.