De nuevo estoy revolcándome en la cama, la razón, otra vez eres tú, pero tu cuerpo ya no está en ella y es que desapareciste de mi vida de la misma manera en la que entraste, fugaz.
Quién iba a decir que los besos que me diste eran la inyección de una droga letal, que tu saliva y tu piel eran veneno, mismos que crearon en mi pecho un abismo lleno de dolor, en ese mismo pecho que adoraste con tu boca y tus manos … Justo en ese instante estabas cavando el sepulcro de mi alma, por qué este dolor es el que deja la muerte y es que la relación que creí, la mataste con tus actos al revelarme que sólo fui un juego, porque exprimiste a tu gusto mi devoción hacia ti y utilizaste mi potencial para agrandar tu ego.
No te culpo, uno elige la droga que destruirá su vida y lo llevará al abismo… Yo por error te elegí a ti y aquí me tienes en rehabilitación.
Fotografía por Patricia Ruiz del Portal
Escritora de media noche y actriz en el teatro de tragicomedias llamado “vida”