El soneto del diablo

A posteriori: un canto febril remordimiento se alza
Aclamando bestialidad, el asfixio perpetuo
Tan ajeno y venenoso
Esfumándose fantasma

¿Ni salvación ni condena?
El océano se nos derrama
Sangre y espíritu; ceguera
Que la noche me alumbra abismos

Tacto belleza luz luna musicalidad destituida
Hierven púrpuras flamas en el corazón
Blasfemar reír llorar y volar vientos subterráneos

La hora llega el adiós el triste abandono
La hora en que fría la tierra no hay mejor reposo
Una hora libertad; que danzo con la muerte bajo luces negras

Un canto para ceder
Errar alas putrefactas
Se arrastran los ángeles
Llanto: ni pena ni gloria.

Fotografía por Anna Paola Guerra