El niño de ojos tristes

El niño de ojos tristes y yo no somos de este planeta.
A veces nos gusta jugar a qué no existimos.
Yo me pierdo las horas enteras en su cabello y me clavo en sus huesos.
Creo que nadie nos conoce,porque nos reservamos ese detalle el uno para el otro.
Somos dos pedazos de una misma pieza que encaja a la perfección.
El niño de ojos tristes y yo a veces corremos de la mano hasta cansarnos y soñamos con vivir tranquilos.
Cada que volteo a un costado puedo verlo,siempre a mi lado.

Fotografía por Stanley Bloom