Toma mi mano y salgamos corriendo sin destino alguno.
Riéndonos de la vida a carcajadas.
Dejándonos daños colaterales que no notamos.
Haciendo crecer en nosotros esto llamado amor.
Tan ingenuos de la vida.
Simplemente dos almas jóvenes temiendo envejecer.
Quejándonos de lo que somos o de lo que seremos.
Viendo cómo todo viene y se va.
Esfumandonos en una pelea.
Y regresando con un beso.
Tan inocuos de lo que ocurre.
Impulsivos hasta los huesos.
Y es que así somos.
Y quizá esa es nuestra mejor excusa.
Fotografía por Stanley Bloom
No hay nada dentro de ti que no sea un claro ejemplo de la de belleza dentro del caos.