Entre mándalas alucinantes y sonidos ensordecedores sumergidos en la promiscuidad de la mentira y el deseo loco de asesinar, el deseo de volver a amar.
Deje de pensar.
No podía respirar ahogado por la asfixiante neblina causada por el sudor que gota a gota recorría tu espalda en ritual con la sangre emanada por mis labios venenosos encendidos de venganza.
Excéntricos sentimientos, mandíbulas rabiosas, magia blanca y negra.
La realidad se alejaba más de mi.
Alimento indigerible pensamientos con prisa y yo llegando al límite, tendencias homosexuales, demencia, esquizofrenia.
Suculentas flores devorando murciélagos a mitad de la noche entre plagas de dolor y ganas de gritar que no te fueras como hace diez millones de años lo hiciste.
Fotografía por TolikTolik TolikTolik
Hago experiencias para desconocidos y así volvernos los mejores desconocidos.