Galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes por el duodécimo Califa de todas las Arabias, e incondicional campeona infantil de la olimpiada mundial de matemáticas avanzadas donde el mínimo ejercicio correspondía a la ecuación para describir la expansión métrica del espacio, o sea la ecuación de Friedmann, Zaida Amín ya tenía treinta y dos años bien cumplidos y deseaba tener una boda enorme y elegante en un hermoso jardín de Bagdad. Solo que Adham creía que había nacido para ser un ferviente comunista, profesor de física en preparatoria y poeta árabe. Adham se ufanaba de haber leído y releído el que él consideraba el mejor libro del mundo: Los Manuscritos económicos y filosóficos de Marx, y le respondía a Zaida que él no se quería casar, que este mundo era demasiado desigual para procrear hijos, y que él no tenía ninguna necesidad de hacer ningún evento frívolo y superficial para demostrarle nada a nadie, la quería, y esperaba que eso le bastara también a ella. Claro que esto no era así. Zaida en verdad deseaba una boda y estaba dispuesta a continuar esta discusión durante otros tres largos años hasta que Adham aceptara. Lo amaba y lo convencería para que se casara con ella. Por Alah que lo haría.
Fotografía por Marc Gassó
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Rodrigo Velázquez Solórzano (1986) nació en la ciudad de México. Estudio letras en la Coordinación Nacional de Literatura, Arte Contemporáneo y Educación Artística en el Centro Nacional de las Artes, así como Ingeniería en Electrónica, con especialización en Automatización y Control, en el Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec. Es profesor de Electrónica, Física y Matemática, actividad que ha complementado con la de escribir cuentos, poemas, obras de teatro, crónicas y análisis políticos.