– Hey, compre condones, porfa, ya se me acabaron.
Te pregunté cuáles
y dijiste que los que yo quisiera
sin saber
que yo no quería ninguno
que nunca había comprado
y que odio los penes envueltos.
Compré unos Durex
porque son los más caros
y tienen las cajas más normales.
Compré unos rojos
ultra delgados
ultra sensitivos
ultra chimadores.
– ¿Usted es alérgica al látex?, se le están poniendo rojas las nalgas.
– Sí, un toque, pero no pasa nada.
-¿Si hago esto le duele?
– No. ¿Se ve mal?
– No, no.
– Entonces siga.
Antes de irme preguntaste
si quería la plata de las compras.
Te dije que no
-aunque sí la quería-
que mejor compraras birras
para la próxima
y que por mientras
te había dejado el que sobró
en la gaveta del baño.
Fotografía: Dennis Schnieber
Bueno, yo me dedico a escribir, soy escritora. No autora, no dramaturga, no guionista, no poeta; escritora.
Por eso me gusta decir que soy digitadora, es más explícito que escritora. Y secretaria -sobrecalificada- porque, en dos platos, yo me dedico a poner en palabras, frases, oraciones y párrafos todo el pensamiento que se generó de alguna colectividad (reuniones, ensayos, mesas de tragos, fiestas…)
También me dedico a leer y pensar sobre lo que leo, quizá eso es lo que más hago. Hablar es parte de mi oficio. También darle de comer a las gatas y decirle a mis amigxs cuánto lxs amo, eso tambié.