Lo nuestro comenzó de una manera opuesta primero fue el sexo, posteriormente el amor.

Al principio mi mano derecha se mantuvo en tú cadera, te volteaste mirandome fijamente a los ojos, me ví cautivó en el momento y el deseo, tús ojos, tú rostro todo de ti me parecía de lo más perfecto, no tuve elección, tuve que responderte con un beso, el beso más largo que hasta el momento he dado.

Y así dió el comienzo a lo que sería la mas perfecta relación.

Con tú llegada mis días grises se marcharon, solté todo mi pasado para tenerte por siempre en mi presente ¿y en el futuro?
Aún tú sigues conmigo.

  • ¡Oh Karen!
    Ni tan siquiera es necesario oír el chasquido de tús dedos, mis riquezas y fortunas son todas tuyas, tal vez nunca me las pediste, pero toda mujer merece ser amada en cuerpo y en alma.

Fotografía por Santo