El desierto está
impregnado de fantasmas;
sus cuerpos traslucidos
hieden a exilio.
Brota de la arena
caliente la flora, la fauna,
escupiendo palabras
inconexas.
Y al caer la noche
las apariciones se llenan
la boca de esos despojos
gramaticales.
Es tanta su urgencia
de ser escuchados que
no reparan al llenarse
la boca de mierda.
Fotografía: Liszt Chang
(1990- ¿?). Gestor cultural, bibliómano y colaborador constante de publicaciones digitales.