Consuelo comestible

Te dejé mi corazón en una bolsa plástica.

Mañana no pasará el camión de la basura,

si te urge hacer espacio en el bote

puedes ir al supermercado y

arrojarlo al contenedor.

 

O puedes picarlo, condimentarlo,

comerlo como cena,

exprimirlo para beberte un

shot de mi sangre.

Sé que a veces llegas del trabajo

cansada, con hambre,

esperando hallar algo en el refrigerador

o la alacena.

 

Sé que hay noches en que

a falta de alcohol, bebes lágrimas

hasta quedarte dormida

hipando como niña;

que cuando te da hambre

en ausencia de comida,

abres los cojines del sofá

con los dientes.

 

Puedes ir al supermercado

Por tu cena congelada

o puedes incluirme

una última noche

en tu dieta balanceada.

 

Amor, tú eliges.

Fotografía: mosthvost