Carta Pública

Hace apenas un instante nos encontramos; andábamos perdidos pensando que la vida sería gentil, que no había peligro en el destino próximo y que tal vez la cotidianidad era la mejor manera de vivir. Pensábamos, y vivíamos sin esperar nada. Nos encontramos.

Un instante, una noche insignificante, un día más en la vida de los otros, de nosotros, tuya.

Te encontré pensándote fácil, simple, una noche irrepetible, un efímero recuerdo de una noche libre. Mujer ingenua.

Dos historias colapsando en un punto y aparte. “Guardemos el secreto”, pediste. Una mordaza. Silencio.

Un grito de ayuda, dos cobardes huyendo. “¿Por qué la ocultas?”, una venda en los ojos. Muda y ciega. Roto soñador.

Una duda constante en la noche insomne. ¿Qué fuimos?, ¿destino?, ¿lección?, ¿anécdota? Absurda vida.

Hace apenas un instante nos encontramos, nos perdimos…