Así andaba yo bien puesto. Era mi chance, ¿ves? La calle solita, la banda en sus casas, la fusca en la bolsa. Así la tenía: facilita. Solo era esperar a que saliera. Ya lo había guachado: siempre a las 5 de la mañana. Y como a esa hora no había nadie en las calles, todo estaba puesto.Lo bueno de esta mamada de la cuarentena.
Pensaba esperarme a la quincena para agarrarlo con más varo, porque seguro para esas iba a traer la mera feria. Pero igual tenía prisa; las medicinas de mi carnal no podían esperar tanto… Pinche banda que puede ir en corto a la farmacia y embolsarse un montón de cajas; luego ahí se les andan caducando, como a mi tía Marcia. Pero ni pedo; jodidos somos, a robar andamos.
Entonces, te digo, que lo tenía bien checado; el carnal siempre salía con su traje mamón y caminaba dos cuadras para ir a la pensión por su nave. Un Mercedes 2017. Su morra traía una Silverado más nueva.
Lo seguí cuatro días, desde un puestito frente a su depa donde me recibieron chido, caguameando hasta tarde. Pero no podía andar tan de pendejo, el tiempo ahí me costaba un varo. Por eso el jueves me decidí a dar el bajón; ya andaba muy pinche ansioso y, aunque mi carnal me dijo que no anduviera de pendejo, sabía que con andar de tapa-baches no iba a sortear su pedo ni mi mes. ¿Y luego qué le digo a Mariana? Y ni como pedirle más feria a Lucero; ya le debía harto con lo del puesto.
Por eso esa madrugada andaba pilas; una soplidito a la bolsita y al tiro para proceder. Estuvo cagado porque hasta me compré una capucha de esas que parecen de Día de Muertos, pero me la quite en corto porque no me dejaba respirar chido. Y esperé toda la noche hasta verlo salir. Con su puto trajecito mamón. Pero neta esa capuchita hasta me hizo sudar. Ahí empezó el pedo.
A las 4 cincuenta y tantos estuvo. Llevaba reloj, por eso me acuerdo: iba con un trajecito chulo y los zapatos bien voleados. Cuando lo vi cerrar su puerta, comencé a seguirlo en chinga; debía toparlo cuando estuviera sacando su nave para ahí darle bajón.
Todo iba chido; el pendejo estaba en su pedo y ni me vio. Se metió a la pensión, abrió la puerta y sacó el carro… ya de cerca no se veía tan chingón. Entonces, cuando se bajó a cerrar, lo atoré por la espalda y me porté chido, la neta; le dije que ya había valido verga y que sacara la feria y las llaves. No le di ni un madrazo ni le hable duro.Se la hice chido. Por la derecha. Así con cariño, ¿ves?
Pero tenía la mano bien ansiosa, el cuete estaba bien mojado. Te digo que la capucha empezó el pedo. Así la traía la mano, temblando. Y yo creo que eso fue fue el pedo, la neta. Porque no pensaba darle en su madre, te digo que solo era un jale y ahí nos vemos. Pero yo creo que se me resbaló el dedo, no fue con intención. Y es que ya me había dado las llaves pero me sacó de pedo que se agachara hacía su calcetín. Luego topé que ahí traía un varo, pero en el momento neta me ciscó. Digo, si ahorita me agacho seguro aplicas la misma, ¿no? Neta me sacó de pedo.
Por eso digo que no fue mi culpa, ¿ves? Pensé que iba a sacar algo para darme en la madre. Andaba tenso. Y te digo fue el sudor. Neta no quería ese pedo, yo solo iba para sacar las medicinas de mi bro. El dedo se me resbaló. No quería armarla de a pedo; ya hasta había preguntado por las cajas en la farmacia: iban a ser seis mil varos. No quería andar de maldoso. Lo juro por mi jefa. Por eso cuando se cayó, ahí me quedé. Neta no quería matar al cabrón. Hasta le apreté la panza. Te lo juro por mi jefita. Solo iba por seis mil varos. Y ahora esa mamada de que voy por quince años. Es una mamada. Yo solo quería alivianar a mi carnal.
Fotografía por asketoner
Escribo en libretas baratas y en medios como Milenio, Nexos y Yaconic. Aficionado a los bosques y a las panteras.