Sales corriendo.
Y en el camino te das cuenta que corres de ti contigo misma.
Contándole la vida a los semáforos en rojo.
La canción decía “Cuando yo dejé tu piel, la primavera sangró en París.”
Ya es primavera y no estamos en París.
Y aún así me siento más cerca de ahí, estando al otro lado del océano, que de ti.
Estando a cuatro salones de distancia; a tres líneas del metro. Estando a dos recuerdos atrás.
Sales corriendo.
Corres de ti contigo misma.
Y también contigo.
Y también rumbo a sin ti.
Fotografía por Philipp Samsonov
Modo Índigo.