Llegaste sin avisar, y sólo recordando tu nombre por instantes te volviste en mi primer pensamiento en la mañana y con el tiempo, los besos y las charlas, el último por las noches.
Comencé a hablarle al mundo de ti, a contestar el móvil con particular alegría; me parecías demasiado atractiva con tus outfits de niña buena, y por la forma en que cogias tu cabello; Tú voz me terminó por encantar y tu sonrisa por enamorar.
Con el tiempo, todos tus defectos los miraba perfectos, y cada parte de ti disfrutaba con completo amor.
Y si aún tienes duda. Siempre serás tú.
Fotografía por Isa Gelb
Creo en la forma en la que me miras y me seduces; Esa forma tan especial y frívola que hipnotiza.