No nos dimos cuenta de lo que significábamos,
las estrellas nos acompañaban cuando nos mirábamos
y los amaneceres perfeccionaban
la noche en la que antes nos acariciábamos.
Y no lo notamos
pero, encajaban perfecto
las puntas de mis dedos
con las lineas de tus manos,
lo punzante de tus clavículas
con el grosor de mis labios
Y puedo escribir mil versos
con la magia que al universo aportábamos,
pero nos dejamos llevar por la tormenta
y ahora cuesta encontrarnos.
Fotografía: Nik To