Estos días en que he estado sola en diversos aspectos, he tenido tiempo para pensar en muchas cosas. Lo que quiero, lo que no, lo que me gusta, filosofías, personas. Y cuando pensé en ti me di cuenta de lo que me pasa contigo, empezaré a decirlo y disculpa si algunas cosas no tienen sentido, pero estar hasta acá me ha híper sensibilizado y tengo el feeling a todo lo que da.
Quizá para ti no sea mucho, me refiero a mi persona, lo que soy y lo que doy y lo que he compartido contigo; cada que te veía evocabas en mí cosas que no entendía, me encontraba perdida en una disonancia constante.
Por un tiempo no quise entender, pensaba que era algo pasajero, que sólo me había deslumbrado. He aprendido a verte y a estar contigo mientras busco saber qué me gusta de ti y me di cuenta que me gusta la persona que soy cuando apareces, lo que veo en mi cuando me ves, neta, tus ojos tienen una manera de tocarme sin igual; siempre vas más allá sin darte cuenta. Y si lo haces, finges que no.
Me di cuenta que me gusta esa yo que existe con ese tú, y no busco sentirme especial o hacer una diferencia, pero sé que existe alguien diferente en ti conmigo.
Lo cabrón viene cuando se genera una dependencia a querer esa existencia pero no poder tenerla cuando quiero.
Entonces es como si perdiera una parte de mí, esa parte de mí, cuando te vas.
Fotografía: Nik To