Why Always Me?

Capítulo I: Épale

“Es la última vez que le paso algo así por alto”- Le dije a mi amigo mientras yo lloraba. Después abrí el refrigerador y saqué la coca (cola) de 1.5 litros, la vertí en mi vaso con hielos y ron. -Riquísimo- pensé mientras me pasaba el primer trago.

A pesar de mi pésimo momento, él estaba cagado de risa, había visto un meme en una página pitera de shitposteo. De repente se dejó de reír y dijo -“Oye, ¿pero si lo vas a perdonar? los vatos no cambiamos, tal vez le baje a su pedo en lo que se calman las aguas, pero va a volver a buscar a otras”-.

Me quedé callada, sabía que mi amigo desaliñado y con playera chida tenía razón, después de un rato le contesté -“Ya te dije que esta es la última vez que tolero algo así, deja de estar chingando”-.

En ese momento a mi amigo le llegó un mensaje de Minerva, ella no es su novia ni es su amiga, solo es alguien con quien queda de vez en vez, creo que cogen en su depa, pero eso no es asunto mío. De hecho, acá entre nos, siempre he creído que la tal Minerva es un invento de este wey para desaparecer en momentos como estos. Da igual.

– ¡Adiós, hijo de la chingada! – le grité por la ventana del depa mientras él se estaba subiendo a su coche.

-Bueno, estoy sola- Me dije a mi misma sentada en el sofá color blanco que tengo en la sala.

Entonces comencé a llorar desconsoladamente, eran las 2:50AM, yo seguía en plan de llorar y beber, no quería dormir y tampoco era que tuviera sueño, pero la idea de que tenía que ir a trabajar por la mañana me estaba dando en la madre. -“PUTA VIDA DE ADULTO”-. Dije mirando hacía la nada mientras sonaba una rola de the smiths, la neta ni me acuerdo del nombre así que no pregunten.

Después me levanté, agarré lo que quedaba de una botella con tequila que tenía bien clavada debajo de mi cama (para que mi roomie gordo no se la chingara) y me fui a bañar.

Ya eran las 3:15AM cuando me desvestí y abrí la regadera, metí mi celular al baño y mi botella de tequila. El agua salía bien fría, alguien había apagado el boiler, yo creo que fue la pendeja de Liliana.

No tuve reparo en ponerme toalla porque era de madrugada y esos pelmazos que viven conmigo ya estaban dormidos. Fui al patio rapidín, prendí el boiler y regresé al baño.

Entonces entré y noté que mi celular tenía mensajes del sujeto por el que me lo estaba pasando fatal, el mensaje decía algo así de que lo perdonara *Inserte mensaje de hombre pseudo arrepentido*. En fin, solo lo leí pero no lo respondí.

Me metí a bañar y vi que mi roomie gordo había dejado en el lavabo una de las navajas que utiliza para rasurarse sus tres pelos de la barba, la tomé y dije -Que bonita-.

Puse la navaja en su lugar, terminé de bañarme y me fue imposible no llorar, me dolía mucho y sabía que era una estupidez sentirme tan mal por eso.

Salí del baño y me fui a mi habitación, cerré la puerta, me vestí y vi que ya eran las 3:58AM, puse mi alarma a las 6AM.

Nunca desperté.

Verás, en el inter de poner mi alarma y acostarme, confundí un puñito de clonas con un puñado de vitaminas y medicamentos que solía tomar todas las noches de mi buró, durante lo que quedaba de la noche me morí y no me di cuenta. (Glorioso).

Ahora escribo desde el cielo y desde aquí veo que ese perro maldito si se había cogido a esa ruca con la que me dijo que no tenía nada que ver, ah, también estoy viendo que se están haciendo pendejos con sus tareas. Jaja siguen vivos, que asco.  

-FIN.

 PD: Aquí está Yoshi lokote vendiéndole mota a José José, alguien haga algo. 

Fotografía por Martin Canova