Por ahí dicen que te dedicas a las artes de masturbarte; vuelas, debrayas; es tu mente; que nadie más se meta ahí. Hay días con estrés, de abandono, de muerte; en los que las jornadas son una reverenda putada; a veces lloras; porque en las calles no existe la piedad y recurres a tu cuerpo; son de esos tramos de existencia, donde no hay novias, esposas o amantes; complacerte es un tibio respiro en un aire viciado de saudade; de relaciones que no fueron o fueron, de amores que se encadenaron a una piedra y se hundieron en la laguna de San Baltazar Campeche; si tus padres te castraron la moral, pues te masturbas y ya.
Fotografía: John Kilar | Instagram