Ya había escrito antes, sin conocer el sonido de la roca cayendo al abismo, del acantilado estático y grisáceo que matiza el cielo con su imponente majestuosidad. Inadvertidas palabras sobre sangres y huesos, la momificación de la conciencia a través de una simbología poética, silencios prolongados o música atonal. La pérdida y las propiedades curativas de la destrucción.
Lejanías oníricas.
La ciencia del hollín.
Abismo.
Alguna vez soñé.
Alguna vez.
Soñé.
Los recuerdos que habitan mi mente ya no son míos.
Camino con el rumbo atrofiado pues ya mis extremidades y mis órganos mutilados carecen de utilidad.
El cadáver danza bajo dicha simbología
bajo esos ojos de ustedes se manifiestan las propiedades curativas magia negra azul blanca qué importa qué color que el espectro electromagnético es irreconciliable con este texto.
A través del espejo la hoguera continuó y no hubo más que gritos y confusión.
¡A largarse de aquí, pues!
Enjuiciado por tu ausencia,
náufrago bajo tus brazos,
susurrándote lenguas
con las piernas al aire
con los labios
perdidos
adentro
abiertas sonrisas y caricias muertas:
Se nos ha humedecido el olvido.
Testigos y evidencias del polvo;
Acabémonos
de
una
vez.
Fotografía por Pablo Perez