Será que estoy vacía, será que la gente no me encuentra interesante? Será que yo nunca fui interesante?

El jueves pasado salí con este fotógrafo mayor (cuán mayor, hijita? pues, unos 9 años mayor que yo,mami). Ese típico hombre realizado que solo quiere pasar el rato (pero y yo? qué es lo que quiero yo? Pasar el rato? Tal vez seguir conociéndolo no lo s…).

Comenzaré por su físico. No, pues no es nada a lo que acostumbro consumir en chicos, es muy alto, moreno, cabello muy negro y no tiene barba (jaja). Evidentemente, me gusta porque de verdad me parece interesante y hasta (por desgracia) admiro su historia detrás de su trabajo. No es que lo alabe ni mucho menos, pero me gu…( de nuevo, Gianella, qué es lo que quieres tu, niña indecisa?).

Debo de confesar que cada vez que termino una relación, no puedo dejar de pensar en un lejano prototipo del siguiente chico algo así como una premonición de lo que sucederá en mi futuro y, de verdad que no falla (qué? tu nunca lo has hecho? entiendo que suene raro) y, en mi mente pensé mucho en que sería algo similar él, sin embargo me asusta. Vamos, estoy escribiendo de él acá o ¿tal vez estoy escribiendo de mi y mis sentimientos utilizándolo a él como excusa?.

El punto es que me dejó de hablar y me dolió un poco en el ego, ese ego que crece de a poco con cada chico que me escribe en el Instagram para salir y es rechazado porque no cumple esta serie de requisitos que me gustan en los hombres. Estaré vacía? A juzgar por este texto estoy confundida.

Fotografía por Andrey Rachinskiy