Me escribo para recordarme que todo va a estar bien,
según las estadísticas nadie se ha muerto de amor.
Nadie se ha muerto por entregar el corazón.
Esta carta es para decirme que lo hice bien; aunque quise a lo pendejo,
querer siempre va a estar bien,
pero irse también.
Me escribo para recordarme que las mariposas en el estómago
fueron reales pero migraron
y está bien.
Todo va a estar bien si lo dejo estar,
si me dedico a empacar
únicamente las ganas de volver a amar.
Esta carta es para mí
porque a él ya le escribí demasiadas
y si le doy algo más corro el riesgo de quedarme con nada.
Fotografía por Magnus Jorgensen
26. Poéticamente Supersticiosa.