The end

A Sam Cortés y el barrio donde crecimos

en ese horrendo pueblo
y en torno al fuego
el concentrado de humo se impregna
de mano en mano
de bocanada en bocanada
uno tras otro

atrás de mi
la música conduce a su ritmo
(this is the end, my only friend, the end)
pero ya no escucho nada
y algunos sobrios sin quehacer
solo esperan el amanecer

(all the children are insane)

avivamos el fuego
fuera de si
y entre nosotros
palidece un hombre y cae
en silencio yace largo rato
(driver, where you taken us?)

¡está muerto! pensé
¡arriba holgazán! dice otro
más muerto que nosotros
¡un amigo se ha caído!

(the killer awoke before dawn)

nadie se movió
¡el de a lado ni siquiera lo levantó!
y yo tampoco pude levantarme
pero supe que todo estaba bien
después de un largo trance
(cuando pude levantarme)
su rostro dibujaba una ingenua sonrisa
y conservaba el semblante de un maldito fantasma entre la niebla
Alma en pena
exhausto de la noche
de pensar
de hachís
de sí mismo

después de todo esto
(This is the end…)
encendimos otro porro

Fotografía por Martin Canova