Sin instrucciones

Esta vez escribo con muchos recuerdos que emergen de mi mente, con un solo propósito, quiero que sepas que odio las guías que te enseñan a vivir bien y no es que las odie por que ya sepa como vivir bien, sino por que nadie puede enseñarte a vivir.

En la comodidad de una silla vieja y con la compañía de un lapicero azul, mis pensamientos le exigen a mis dedos dibujar recuerdos y crear otra obra más. El corazón me impulsa las letras y mis oídos el ritmo de cada linea y espacio. Y al final mi boca me hace pronunciar tu nombre.

Siento como los segundos me chocan en los ojos y la luz deja desnuda la ventana de mi habitación, subo el volumen de la canción que no logro sacar de mi mente, tomo mi taza favorita para servirme un té de mora y durazno. Ahora si que estoy listo para poder recordarte.

Ya no hay nada…

Estoy viviendo los tres años de nuevo, nuestra prima foto juntos, tan linda que eres, me tomas del hombro para expresarme tu cariño y yo tomo el tuyo para jamás dejarte. No puedo continuar sin que tu recuerdo provoque que mis ojos hiervan. Pondré mi corazón en mute y dejaré que mi alma te sienta por una última vez.

Quiero decirte que me dueles, si, que me dueles hasta los cabellos, que te lloro por que me has dejado. ¿Qué queda después de tu silencio?. No hay más, la vida me ha abofeteado de nuevo.
Por solo un momento, trata de explicarme que todo lo que comienza es por que ha terminado. Ya no estas aquí, conmigo, me lleva el demonio, que el contar números y mirar atrás no me esta sirviendo. Quiero hacerte regresar pero no puedo. ¿Cómo lo logro? ¿Estas aquí una vez más?. No me quiero quedar con una sola fotografía de ti.  Que me partes el alma, la vida y el corazón. Juntaré mis manos vacías y las llevaré a mi boca, inclinaré la cabeza y pediré perdón por ser tan egoísta. ¿Qué putas estoy haciendo?. Reclamame por tu paz y serenidad.

Perdón.

Me reinicio y los pensamientos me hablan directamente. ¡Que basta ya!. Se me hunden los ojos al apretarlos con fuerza. Por favor, que me golpee el viento violentamente, así podre reaccionar y quitar mi egoísmo disfrazado de tristeza.

Te quiero; Pero no te quiero aquí. ¡Vete ya!

Que mi dolor se irá acabando con los pasos del reloj y tu felicidad irá en aumento. Prefiero llorar para que tu puedas gozar. Te recordaré por y para siempre, tus 21 otoños me preparan la cama todas las noches y cuando me sumerjo en el descanso, me susurran al oído: SIN INSTRUCCIONES.

Gracias por lo que me enseñaste y por lo que me dejas, lo valoro con el alma.

Un beso hasta la eternidad.

Te quiere tu padrino

Fotografía por Nastya Pestrikova