Pero nunca lo dejas ir

Y un día sabes que estas bien, porque eventualmente las cosas se empujan hacia el fondo de tu vida. Todavía te duele, todavía extrañas, pero tu sabes que estas bien. Y sí, olvidas los detalles. La forma en que olía, la forma en que su boca sabia, la textura de su piel, el sonido de su voz. Es casi como una vida diferente, una persona diferente que la amaba, que estaba con ella. En el día a día sabes que estas bien o algo así.

Fotografía: Terry Magson