Peda de un típico sábado

Empezaba a caer la noche cuando esperaba a mis amigos en casa para ir a la peda del año.

Tomamos el auto para dirigirnos al sitio, pero antes pasamos al Oxxo por cerveza.

Después de algunos tragos, llegaron mis primos con sus amigos, nos sentamos todos en la mesa y ocurrió lo típico de las pedas cuando muchos no se conocen, todos estaban callados y observándose uno con otro .Me percate de que mis primos tenían un amigo, nada parecido a mi línea en gustos de hombres,pero sin embargo robo mi atención.

Con algunas copas de más, jugamos a la botella, para romper el hielo, todo iba tranquilo  y de repente subió la intensidad de preguntas incómodas, a retos de besos.

Por cuestiones del “destino” o sea mis amigos, me tocó besar a ese hombre con cara de bebé, al besarlo me sentí realizada por haber conseguido lo que quería desde que lo vi.

Después de un rato cada quien hizo pareja con los mismos que habían besado en el juego, para platicar y hacer una mayor “amistad”.

Por obvias razones yo me quedé con este chico.

Cuando hablamos sentí una conexión perfecta más allá de la peda, hablamos por bastante tiempo, combinando besos con palabras,me sentía enamorada de él, estuvimos juntos toda la noche hablando sobre metas, sueños, intercambiando formas de ver la vida, yo estaba extasiada con su forma de mirarme y su manera de pensar.

Yo sabía que solo era de una noche, aunque rezaba porque esa noche nunca se extinguirá y que todas las palabras lindas que me decía fueran por qué las sentía y no para quedar bien por el momento que estábamos viviendo.

Al otro día al despertar sentía la ilusión de todo lo que había pasado una noche anterior; al parecer todos habían encontrado el amor y en una peda, quien lo diría; y digo todos porque mis amigas y amigos ya  se habían pasado el whats, somos milenial y esa es la forma de comunicación actual.

Y yo sin nada, sin dar mi número, sin besos nuevos ese domingo, con la cruda realidad de que todo es pasajero y que hay que disfrutar el momento porque se nos va entre copa y copa.

Me imagino como hubiera sido si hubiéramos intentado y permitido amarnos, como los demás intentarían.

No conseguía olvidar todo de ti, tú sonrisa, tú mirada, como la canción de Rels B.

En fin… Me queda en la memoria de que las mejores ilusiones pueden nacer de una peda y al final de todo moriré sin ti y sin nuestro amor perfecto de una noche.

Fotografía: Bernardo Aldana