A veces uno quiere con toda la rabia,
con todas las mordidas
y todos los besos
a punto de explotar al encontrar la piel.
Uno a veces se enamora
con todo el estupor de los años
que se dejó inundar por la soledad.
Y corre a los brazos
de quien se convierte en el ser amado.
Sin importar la hora,
el día,
los rumores,
y si se tiene certeza
de la realidad…
o si se siente querido.
¿Qué importa si te quieren?
Mientras esos labios no se cierren
al roce de los tuyos.
Mientras las rodillas te tiemblen
y pierdan la órbita en su separación,
mientras te encuentra la brújula
de un susodicho.
A veces uno quiere con todo el descuido
que otorga la inocencia,
con las manos todas mordidas
y arañadas
por un abusivo instinto
que se apodera del enamorado.
Fotografía: Franco Carino Zanotti
Ciudad de México, 1994. Ha sido reportera de temas políticos, sociales y anticorrupción en El Universal y en La Silla Rota. Estudia lingüística en la UNAM. Escribe, escribe y escribe.