Hay un destello dorado en tu interior,
Dicen que solo sirves para producir,
Pero veo más allá de tu frondoso exterior.
Sabes cómo abrigarme y abrazarme,
Te he llorado sin conocerte, porque allá afuera quedan tan pocos como tú.
Dicen que solo eres mercancía,
Pero veo tu dicha cuando cuidas,
El amigo que duerme contigo y trepa tus fuertes ramas para refugiarse.
Hay un destello de otoño bailando para dos,
Sabes cómo abrigarme y abrazarme.
Te voy a cuidar, desde tu delicada planta hasta tu glorioso tronco superior.
Fotografía por Martin Canova
Las palabras me visitan a todas horas del día y yo las invito a pasar.