No te enamores de un pendejo

De un hombre que tiene una rutina para cogerse a las mujeres.
De un hombre que numera sus conquistas.
De un hombre que repite lo mismo a cada una.
De un hombre que no sabe quererse ni a sí mismo.
De un hombre violento.
Manipulador.
Macho, mente cuadrada.
Cínico.
Al que todo le da hueva.
De un hombre que no presta más atención que a su habilidad para introducir drogas en su podrido cuerpo.
De un hombre que no te ve a los ojos cuando hablas.
No te enamores de un pendejo que se pasa viendo su teléfono más que tu cara cuando le estás haciendo el arte de sexo oral.
No te enamores de un pendejo que no sabe cuando dejar de mentir.
O simplemente no te enamores.
Y ya.

Fotografía: GORSAD.KIEV