Por fin llegó el día en que mi vida aún no ha terminado.
Creo que al fin sirvió de algo el ser tan impulsiva.
Ya logré lo que quería decir desde hace ya algún tiempo.
Simplemente ya no lo pensé mas y lo dije.
No hubo vuelta atrás.
Fué mas sencillo que todas las historias y posibles respuestas que creé en mi cabeza.
Estoy bien, sigo viva, todo está bien.
Ahora estoy sola, pero me siento en compañía de mi misma, algo que hace mucho no sentía.
Vamos a estar bien, me lo repito a cada instante.
Respiro hondo y sigo.
Fotografía: Lukasz Wierzbowski
23 años, humana, rara, me gustan las plantas y la luna, distraída pero siempre pienso en todo, mala memoria. Inestable, soy muy cambiante, aveces negro, aveces blanco. Doy todo cuando lo siento, Sincera, insegura, loca, casi siempre visto de negro. Siento que la inestabilidad se debe a que no me siento de ningún lugar. No me gusta ser dueña de algo o alguien, ni tener límites. Complicada hasta el cansancio pues no pienso, solo actúo, desorbitada y peor aún desconcertada. Tengo un postgrado en amores enfermos y la autodestrucción como pasatiempo. Estoy convencida que somos todo aquello que aún no hemos vivido.