Muñeca de trapo

Siento cada uno de mis huesos clavarse y doler.
Siento las lágrimas caer y manchar el papel.
Me siento lejos de casa,
siento que estoy en una farsa que solo hace que me hunda más.
Si la pregunta fuera qué sientes, la repuesta sería nada.
O quizá miedo.
Angustia.
Me siento destrozada.
Totalmente abandonada.

Como el juguete que tanto gusta los primeros días pero que a la semana ya se han olvidado de el.
Y a los años solo le quitan el polvo
para recordar los pocos momentos felices
y para brindarselo a alguien que lo pueda disfrutar más.

Si hay una semejanza conmigo y la de un juguete creo que sería una muñeca de trapo.

Tan mal hecha,
con tantos descosidos.
Con esa sonrisa tan falsa.

Fotografía: Georgia Ponirakou