Los hombres que quiero son los mismos hombres que mi madre quiso…
Esos que con una sola mirada te hacen sentir una diosa,
Y que cuando están vuelven tu risa más ligera y melodiosa.
Hombres que te hacen sentir querida, “frágil” y “femenina”
porque notan cada detalle, aunque cada detalle sea una ausencia,
una herida, una oportunidad para corregir.
Los hombres que quiero son los mismos que cuando se van y te dejan,
te dejan más rota que todas las cosas que repararon en la casa antes de partir.