Quiero un mundo,
donde te mire
y no crea lo que veo;
donde te ame
y no haya más dudas.
Y entender
que nos merecemos,
que somos la respuesta
a todas las preguntas
que hace la filosofía,
que somos las musas
de toda la inspiración
que buscan los poetas.
Que tú y yo
-los
dos-
somos aquello
que la gente busca;
somos aquello
por lo que avanzan,
el motor invisible
de la vida que corre.
Tú eres, para mí,
la meta del camino,
el número ganador.
Eres esa alma
que no es gemela,
pero es para mí.
Tú y yo
-los
dos-
somos
todos los equipos
que triunfan.
Tú eres, para mí,
la recompensa,
la esperanza debida,
el perdón de los agravios,
mi revancha ante el enemigo.
Tú y yo
-los
dos-,
mi amor,
somos todo.
No hay más,
ni algo para añadir,
ni algo para restar.
Somos todo.
Tú y yo,
los
dos.
Fotografía por Juan Camillo Garza
Ciudad de México, 1994. Ha sido reportera de temas políticos, sociales y anticorrupción en El Universal y en La Silla Rota. Estudia lingüística en la UNAM. Escribe, escribe y escribe.