De pronto me ha llegado como una revelación,

Si no escribo de ti o para ti, no sirven de nada mis palabras,

Y entonces vuelven a mi mente aquellas sombras

Del tiempo en que ni de broma tenía yo tu atención.

 

¿De qué más podría yo hablar, si por ti es que yo vivo?

¿Qué sentido tiene siquiera el tratar de pensar?

Sin saber porqué o a quién, entonces comienzo a rezar

Y pido porque nunca dejes de leer todo lo que de ti escribo.

 

Sé que no hay mucho que yo te pueda llegar a ofrecer

Más allá de mis palabras, sexo y un amor perfectamente imperfecto,

Me encuentro muy lejos de ser el hombre ideal y claro, lo acepto

Resulta increíble el tiempo que he podido a tu lado permanecer.

 

Quizá nadie más pueda encontrar en lo que escribo algo virtuoso,

Mucho menos algo que valga la pena llevarse para después,

Sin embargo espero que tú sí, a mis letras leyendo continúes,

Y sigas regalándome tu existir, pues créeme, es maravilloso.

Fotografía por Juan Camillo Garza