Sabes si la relación va irse a la mierda o no. El desayuno, los pequeños detalles en la cama o sobre la mesa lo dicen todo, siempre lo sabes, lo sabes cuando quiere tomar café contigo a la siguiente mañana, lo sabes cuando te consiente y le pone mermelada a tus hot cakes, lo sabes cuando pregunta cómo te gusta comer los huevos, lo sabes cuando te da un cepillo de dientes y te invita a dormir, lo sabes cuando te contempla al amanecer, lo sabes cuando te besa el cuerpo al despertar en la madrugada, lo sabes cuando conoce las pecas y cicatrices de tu piel, lo sabes cuando tu vagina se enamora de sus erecciones, siempre lo sabes.
El sol de pronto deja de brillar, cuando sabes que lo sabes, siempre lo sabes.
Lo sabes cuando se queda a dormir y huye a las cinco de la mañana, lo sabes cuando dice que tu autor favorito —Michael Conroy— es aburrido, lo sabes cuando pospone una cita por irse con sus amigos, lo sabes cuando olvida contestar los mensajes en días, lo sabes cuando el celular suena de madrugada, lo sabes cuando esconde la mermelada al fondo del refrigerador, lo sabes cuando no se come las lenguitas de chocolate, lo sabes cuando hay muchos cepillos de dientes en el baño, lo sabes cuando toma café en máquina eléctrica y no en prensa francesa, lo sabes cuando no te mira a los ojos, lo sabes cuando desaparece los fines de semana, lo sabes cuando se viste al terminar, siempre lo sabes.
Lo sabes, aunque odies saberlo, siempre lo sabes; y el sol de pronto deja de brillar.
Sabes si te vas a enamorar o no, siempre lo sabes, lo sabes desde el primer encuentro, lo sabes cuando le sonríes por primera vez, lo sabes cuando su olor sigue en tu almohada, lo sabes cuando su cuerpo desnudo roza el tuyo, lo sabes cuando despiertas y miras alguien en tu cama, lo sabes cuando no hay una cuarta cita de Tinder, lo sabes cuando no pasa nada si jamás lo vuelves a ver, lo sabes cuando estás dispuesto a no besarlo nunca, lo sabes cuando escuchas un ‘te amo’, lo sabes cuando te cubre de silencios, lo sabes al temblar al oír su nombre, en el fondo siempre lo sabes.
El sol de pronto comienza a brillar, cuando sabes que lo sabes, siempre lo sabes.
Fotografía por Fragile Ruins
Hola, soy Jessica, mexicana. Estudié Comunicación en la UNAM. Fui asistente de edición en TV Azteca y mi fascinación por el montaje y la narrativa me condujo a especializarme en post-producción.
En un primer acercamiento al cine, estudié en Border un diplomado sobre Documental en primera persona, con Nuria Ibáñez, un proceso autobiográfico para aprender a contar historias.
La oportunidad que tuve para estudiar en el Programa de Guionista de Televisión que organiza Televisa y la Universidad Iberoamericana, me ayudó a fusionar mi pasión por los géneros dramáticos y las emociones. A la par, trabajé en distintas productoras así como en estudios de post-producción como BYG estudio, Lumatica y Boomdogs films.
Con mi expertis en el campo audiovisual fundé Absoluta Producción Audiovisual, casa productora de contenidos corporativos y digitales.
Actualmente concluyo en CENTRO “El ABC del showrunner” con el objetivo de comenzar a crear ficción a través de la escritura, la dirección y la producción.