Abrí este libro sin muchas expectativas. En verdad no sabía qué esperar de su contenido; lo que sí sabía es que a la autora la habían llegado a comparar con Etgar Keret, uno de mis escritores israelís favoritos (de hecho, ella también es israelí).

Tan pronto me enfrenté a la primera página de esta novela supe que nunca había leído nada igual y conforme más me sumergía en el demente mundo concebido por Castel-Bloom, comprendí que habría un antes y un después de leer Dolly City. La historia narra el viaje errático de Dolly, una doctora que tiene como fetiche diseccionar cosas vivas. En una de las primeras escenas del libro, Dolly saca a un pez de una pecera para, acto seguido, hacerlo cachitos con precisión quirúrgica. Por si lo anterior no fuera suficiente, la mujer encuentra a un niño con el que quiere experimentar, pero una pulsión extraña no se lo permite. Así, en las páginas de Dolly City vemos la lucha de una mujer por contener sus impulsos, mientras el mundo que la rodea se transforma a cada segundo, al parecer, como respuesta orgánica a la locura que la posee.

Hubo quienes compararon con Kafka a esta autora, pero definitivamente las situaciones rocambolescas y surrealistas que impregnan las páginas de esta novela están a otro nivel de aquello que podríamos nombrar kafkiano.

Libro: Dolly City
Autor: Orly Castel-Bloom
Año: 1993

Fotografía por Coastal Driver

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