27/06/2020
Llevaba mucho sin degustar el sabor del rábano cuando ella amablemente me dio uno. La chirriante madera de mala calidad que tenía la choza resonó bajo mis pies al girarme e interrumpir la amena charla que tenía con Isabella. Por el rabillo del ojo capté un movimiento entre las ramas del árbol continuo al jardín seco de mi hermana. Un dron nos espiaba por la ventana. Parecía ser que ellos siempre nos encontrarían. Fueron creados en 1968 para obedecernos y servirnos, pero todo ser evoluciona y ellos se volvieron más inteligentes.

No sé qué me espera, no sé si moriré hoy. Me han encontrado finalmente.

–Charlie Kauffman

Fotografía por ikebanalena